Una de las partes más importantes del aprendizaje es el desarrollo profesional de nuestro alumnado
Para conseguirlo, hemos adaptado todo el proyecto pedagógico en torno a la forma en que trabajan las empresas que nos rodean, adecuando los contenidos de los ciclos a las necesidades laborales reales.
El alto conocimiento de la realidad sociolaboral de nuestro entorno nos lo ha permitido pero, para que sea eficaz, este modelo pedagógico debe complementarse con las prácticas profesionales.
Estas prácticas se llaman Formación en los Centros de Trabajo, parte indispensable del aprendizaje del alumnado.
Así, con esta conexión de primera mano con la empresa conseguimos uno de los grandes objetivos que van estrechamente ligados a la formación en los Centros de Trabajo: la adquisición de las competencias profesionales. Estas responsabilidades ya se han empezado a trabajar en el aula a través del radar de competencias y, con la formación en empresas reales, el alumnado acaba de alcanzarlas.
En paralelo, también conseguimos el segundo gran objetivo que nos hemos marcado en el centro, que implica facilitar la incorporación al mundo laboral. Somos conscientes del contexto del paro juvenil en el que vivimos y por eso aportar alumnado bien preparado a las empresas colaboradoras en muchos casos se traduce en un acceso directo a la inserción laboral.